“La belleza: “[...] puesto que lo bello — sea animal o cualquier otra cosa compuesta de algunas —no solamente debe tener ordenadas sus partes sino además con magnitud determinada y no al acaso — porque la belleza consiste en magnitud y orden —, [...] como en cuerpos y animales es, sin duda, necesaria una magnitud, más visible toda ella de vez, de parecida manera tramas y argumentos deben tener una magnitud tal que resulte fácilmente retenible por la memoria”.”
Según la poética de Aristóteles, es importante hablar de la imitación y su estado natural que es la base de los estudios metódicos de la poesía. La imitación se ve de tres formas distintas, la primera imitan por medios diferentes, la segunda imitan cosas diferentes y la tercera imitan de manera diferente y no del mismo modo. Existen varios medios para imitar el arte, el lenguaje es uno de ellos, este canal permite que varios metros rijan el parámetro para escribir o basar su creación en una acción basada de la experiencia. Podemos mezclar los lenguajes para tener nuevas imitaciones de una sola acción.
Aristóteles hace una división de las personas que imitan representadas en sus modelos de acción, los hombres de merito y los mediocres, donde respectivamente interactúan con las virtudes y los vicios. Teniendo en cuenta que las virtudes que le interesan a Aristóteles son las del alma, y de éstas las que se refieren a la parte racional. Aristóteles divide la parte racional en dos: intelecto y voluntad. Cuando el intelecto está bien dispuesto para aquello a lo que su naturaleza apunta, es decir para el conocimiento o posesión de la verdad, dice que intelecto es virtuoso y bueno.
Las virtudes intelectuales perfeccionan al hombre en relación al conocimiento y la verdad y se adquieren mediante la instrucción. De ahí se produce las diferencias que distinguen la tragedia de la comedia, la cual está representa a los hombres peores de los que son, mientras que la otra los representa superiores a como son en realidad.
El imitar es connatural de los seres humanos, desde muy pequeños aprendemos por medio de la imitación, lo anterior es una causa de la creación poética y la realidad la cual se opone ante el mundo ilusorio de la literatura.
Aristóteles trata de hacer una división entre los géneros y subgéneros de la literatura, pero encuentra la épica y el teatro, en otras palabras la tragedia y la comedia. La comedia es la imitación de personas con calidad moral inferior, teniendo una parte viciosa bajo el dominio de lo risible. La tragedia se desarrolla con el sentido de pertenencia (lo propio) alcanzando así su propia naturaleza.
La tragedia por otra parte se trata de la imitación de una acción, posee seis partes constitutivas según las obras trágicas son únicas y bellas: la fábula, los caracteres, la elocución, la manera de pensar o pensamiento, el espectáculo y el canto. Podemos resumir que la tragedia es la imitación de una acción y, ante todo, es en función de la acción que imita a los hombres que actúen. Las acciones están remitidas a la vida, la felicidad, el infortunio, y el fin de la vida es una manera de actuar y no de ser.
Es por esto que tiene un comienzo, medio y fin. Las personas o animales bellos suponen un orden y dimensión que no puede ser cualquiera, ya que la belleza reside en la dimensión y el orden. Es necesaria cierta magnitud para ser captados con la mirada y recordarlos fácilmente, debido a la belleza que causo efecto en el espectador.
No podemos ignorar que las acciones acarrean consecuencias, las imitaciones originan sentimientos tales como el temor y la piedad que contrastan el resultado esperado con la obrao generan efectos maravillosos.