Para comenzar, la percepción es la fase final de la cadena operacional de mensajes recibidos por el órgano de la vista, es decir, su objetivo es que en el momento de mirar una fotografía u otro objeto, la imagen recibida por el ojo se transforma en una idea que caracteriza la percepción. Ahora bien, un asunto importante es ¿Cómo sabemos si lo que vemos es válido y poder confiar en tal conocimiento? Pues, desde lo científico-cultural existen dos teorías: la empirista que se basa en la experiencia, la asociación de ideas y la interpretación, y la innatista que supone que todos tenemos ideas innatas acerca de la forma, el tamaño y otras propiedades de los objetos.
Sin embargo, también se puede entender la percepción como comportamiento intencionado, según esto la forma en que una persona mira el mundo depende tanto de su conocimiento del mismo, como de sus objetivos, es decir, de la información que busca. Cada movimiento del ojo está buscando construir un mapa y una idea más general de la imagen u objeto; si no fuéramos capaces de producir ese mapa mental sólo tendríamos imágenes momentáneas, desorganizadas y discontinuas.
Entonces, es claro que la percepción se concibe como una actividad del pensamiento pero no puede dejarse de lado la relación existente entre las estructuras cognoscitivas planteadas por la persona y el marco en que estas se ejercen; porque en todo acto perceptivo se involucra el sujeto perceptor en tanto biológica y culturalmente. Asimismo, el presente pasado y futuro, los deseos e intenciones inconscientes también configuran el plan perceptivo. De manera que, esa herencia se genera en un entorno cultural y así se puede afirmar que la teoría de la percepción se enfrenta al problema de los condicionamientos culturales, esto es, la interpretación del mundo para todos no es igual, lo cual quiere decir que se deja de lado el absolutismo para llegar a una visión más etnocentrista, a saber: la percepción del espacio y representación del mismo se ve desde cada cultura diferente en función de cada sistema de valores.
Por lo tanto, la percepción naturalmente consiste en construcciones mentales del mundo por medio de la vista, se basa en conocimientos previos que tenemos de las cosas y tiene una estrecha relación con la cultura, esto es porque cada una tiene diferencias a la hora de percibir el universo de la imagen.
